Mi alma tiene sed de Dios
Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.
42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 42:2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? 42:3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? 42:4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. 42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. 42:6 Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. 42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. 42:8 Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida. 42:9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? 42:10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? 42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Capítulo 43
Plegaria pidiendo vindicación y liberación
43:1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo. 43:2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? 43:3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas. 43:4 Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. 43:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Capítulo 44
Liberaciones pasadas y pruebas presentes
Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.
44:1 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. 44:2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos; Afligiste a los pueblos, y los arrojaste. 44:3 Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos. 44:4 Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob. 44:5 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. 44:6 Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará; 44:7 Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos aborrecían. 44:8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, Y para siempre alabaremos tu nombre. Selah 44:9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; Y no sales con nuestros ejércitos. 44:10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo, Y nos saquean para sí los que nos aborrecen. 44:11 Nos entregas como ovejas al matadero, Y nos has esparcido entre las naciones. 44:12 Has vendido a tu pueblo de balde; No exigiste ningún precio. 44:13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos, Por escarnio y por burla de los que nos rodean. 44:14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones; Todos al vernos menean la cabeza. 44:15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y la confusión de mi rostro me cubre, 44:16 Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del vengativo. 44:17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti, Y no hemos faltado a tu pacto. 44:18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos, 44:19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales, Y nos cubrieses con sombra de muerte. 44:20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, O alzado nuestras manos a dios ajeno, 44:21 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. 44:22 Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero. 44:23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre. 44:24 ¿Por qué escondes tu rostro, Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra? 44:25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra. 44:26 Levántate para ayudarnos, Y redímenos por causa de tu misericordia.
Capítulo 45
Cántico de las bodas del rey
Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.
45:1 Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. 45:2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre. 45:3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad. 45:4 En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas terribles. 45:5 Tus saetas agudas, Con que caerán pueblos debajo de ti, Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey. 45:6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. 45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. 45:8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean. 45:9 Hijas de reyes están entre tus ilustres; Está la reina a tu diestra con oro de Ofir. 45:10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; 45:11 Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor. 45:12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo. 45:13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido. 45:14 Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti. 45:15 Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey. 45:16 En lugar de tus padres serán tus hijos, A quienes harás príncipes en toda la tierra. 45:17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
Capítulo 46
Dios es nuestro amparo y fortaleza
Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.
46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; 46:3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah 46:4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo. 46:5 Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. 46:6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra. 46:7 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah 46:8 Venid, ved las obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra. 46:9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego. 46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. 46:11 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Capítulo 47
Dios, el Rey de toda la tierra
Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.
47:1 Pueblos todos, batid las manos; Aclamad a Dios con voz de júbilo. 47:2 Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra. 47:3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros, Y a las naciones debajo de nuestros pies. 47:4 El nos elegirá nuestras heredades; La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah 47:5 Subió Dios con júbilo, Jehová con sonido de trompeta. 47:6 Cantad a Dios, cantad; Cantad a nuestro Rey, cantad; 47:7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia. 47:8 Reinó Dios sobre las naciones; Se sentó Dios sobre su santo trono. 47:9 Los príncipes de los pueblos se reunieron Como pueblo del Dios de Abraham; 47:10 Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy exaltado.
Capítulo 48
Hermosura y gloria de Sion
Cántico. Salmo de los hijos de Coré.
48:1 Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. 48:2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey. 48:3 En sus palacios Dios es conocido por refugio. 48:4 Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; Pasaron todos. 48:5 Y viéndola ellos así, se maravillaron, Se turbaron, se apresuraron a huir. 48:6 Les tomó allí temblor; Dolor como de mujer que da a luz. 48:7 Con viento solano Quiebras tú las naves de Tarsis. 48:8 Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre. Selah 48:9 Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo. 48:10 Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra. 48:11 Se alegrará el monte de Sion; Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios. 48:12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla; Contad sus torres. 48:13 Considerad atentamente su antemuro, Mirad sus palacios; Para que lo contéis a la generación venidera. 48:14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte.
Capítulo 49
La insensatez de confiar en las riquezas
Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.
49:1 Oíd esto, pueblos todos; Escuchad, habitantes todos del mundo, 49:2 Así los plebeyos como los nobles, El rico y el pobre juntamente. 49:3 Mi boca hablará sabiduría, Y el pensamiento de mi corazón inteligencia. 49:4 Inclinaré al proverbio mi oído; Declararé con el arpa mi enigma. 49:5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare? 49:6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, 49:7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate 49:8 (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás), 49:9 Para que viva en adelante para siempre, Y nunca vea corrupción. 49:10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. 49:11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. 49:12 Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen. 49:13 Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah 49:14 Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. 49:15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah 49:16 No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; 49:17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 49:18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 49:19 Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz. 49:20 El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen.
Capítulo 50
Dios juzgará al mundo
Salmo de Asaf.
50:1 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. 50:2 De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. 50:3 Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. 50:4 Convocará a los cielos de arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. 50:5 Juntadme mis santos, Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. 50:6 Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez. Selah 50:7 Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo. 50:8 No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí. 50:9 No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. 50:10 Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados. 50:11 Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. 50:12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud. 50:13 ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos? 50:14 Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; 50:15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. 50:16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? 50:17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. 50:18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. 50:19 Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. 50:20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. 50:21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. 50:22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. 50:23 El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.
Capítulo 51
Arrepentimiento, y plegaria pidiendo purificación
Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta.
51:1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 51:2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. 51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. 51:8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. 51:9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 51:11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. 51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. 51:13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. 51:14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia. 51:15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza. 51:16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 51:51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 51:18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. 51:19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
Capítulo 52
Futilidad de la jactancia del malo
Al músico principal. Masquil de David, cuando vino Doeg edomita y dio cuenta a Saúl diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec.
52:1 ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua. 52:2 Agravios maquina tu lengua; Como navaja afilada hace engaño. 52:3 Amaste el mal más que el bien, La mentira más que la verdad. Selah 52:4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua. 52:5 Por tanto, Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah 52:6 Verán los justos, y temerán; Se reirán de él, diciendo: 52:7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad. 52:8 Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. 52:9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
Capítulo 53
Insensatez y maldad de los hombres
(Sal. 14. 1-7)
Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David.
53:1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No hay quien haga bien. 53:2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido Que buscara a Dios. 53:3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno. 53:4 ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Dios no invocan? 53:5 Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo, Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti; Los avergonzaste, porque Dios los desechó. 53:6 ¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel! Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
Capítulo 54
Plegaria pidiendo protección contra los enemigos
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?
54:1 Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme. 54:2 Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca. 54:3 Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí. Selah 54:4 He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. 54:5 El devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad. 54:6 Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno. 54:7 Porque él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
Capítulo 55
Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.
55:1 Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica. 55:2 Está atento, y respóndeme; Clamo en mi oración, y me conmuevo, 55:3 A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío; Porque sobre mí echaron iniquidad, Y con furor me persiguen. 55:4 Mi corazón está dolorido dentro de mí, Y terrores de muerte sobre mí han caído. 55:5 Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto. 55:6 Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. 55:7 Ciertamente huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah 55:8 Me apresuraría a escapar Del viento borrascoso, de la tempestad. 55:9 Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos; Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 55:10 Día y noche la rodean sobre sus muros, E iniquidad y trabajo hay en medio de ella. 55:11 Maldad hay en medio de ella, Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. 55:12 Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; 55:13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar; 55:14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios. 55:15 Que la muerte les sorprenda; Desciendan vivos al Seol, Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos. 55:16 En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. 55:17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz. 55:18 El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos. 55:19 Dios oirá, y los quebrantará luego, El que permanece desde la antigüedad; Por cuanto no cambian, Ni temen a Dios. Selah 55:20 Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; Violó su pacto. 55:21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas son espadas desnudas. 55:22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. 55:23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; Pero yo en ti confiaré.
Capítulo 56
Oración de confianza
Al músico principal; sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat.
56:1 Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día. 56:2 Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia. 56:3 En el día que temo, Yo en ti confío. 56:4 En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? 56:5 Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal. 56:6 Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma. 56:7 Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos. 56:8 Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro? 56:9 Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí. 56:10 En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré. 56:11 En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? 56:12 Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas. 56:13 Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven.
Capítulo 57
Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores
(Sal. 108. 1-5)
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.
57:1 Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos. 57:2 Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece. 57:3 El enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Selah Dios enviará su misericordia y su verdad. 57:4 Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua espada aguda. 57:5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria. 57:6 Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah 57:7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos. 57:8 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. 57:9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones. 57:10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad. 57:11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.
Capítulo 58
Plegaria pidiendo el castigo de los malos
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David.
58:1 Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres? 58:2 Antes en el corazón maquináis iniquidades; Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra. 58:3 Se apartaron los impíos desde la matriz; Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron. 58:4 Veneno tienen como veneno de serpiente; Son como el áspid sordo que cierra su oído, 58:5 Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea. 58:6 Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos. 58:7 Sean disipados como aguas que corren; Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos. 58:8 Pasen ellos como el caracol que se deslíe; Como el que nace muerto, no vean el sol. 58:9 Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos, Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad. 58:10 Se alegrará el justo cuando viere la venganza; Sus pies lavará en la sangre del impío. 58:11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
Capítulo 59
Oración pidiendo ser librado de los enemigos
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando envió Saúl, y vigilaron la casa para matarlo.
59:1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; Ponme a salvo de los que se levantan contra mí. 59:2 Líbrame de los que cometen iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios. 59:3 Porque he aquí están acechando mi vida; Se han juntado contra mí poderosos. No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová; 59:4 Sin delito mío corren y se aperciben. Despierta para venir a mi encuentro, y mira. 59:5 Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, Despierta para castigar a todas las naciones; No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah 59:6 Volverán a la tarde, ladrarán como perros, Y rodearán la ciudad. 59:7 He aquí proferirán con su boca; Espadas hay en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye? 59:8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos; Te burlarás de todas las naciones. 59:9 A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa. 59:10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo. 59:11 No los mates, para que mi pueblo no olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, Oh Jehová, escudo nuestro. 59:12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren. 59:13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; Y sépase que Dios gobierna en Jacob Hasta los fines de la tierra. Selah 59:14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros, Y rodeen la ciudad. 59:15 Anden ellos errantes para hallar qué comer; Y si no se sacian, pasen la noche quejándose. 59:16 Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. 59:17 Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.
Capítulo 60
Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo
(Sal. 108. 6-13)
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.
60:1 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; Te has airado; ¡vuélvete a nosotros! 60:2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido; Sana sus roturas, porque titubea. 60:3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras; Nos hiciste beber vino de aturdimiento. 60:4 Has dado a los que te temen bandera Que alcen por causa de la verdad. Selah 60:5 Para que se libren tus amados, Salva con tu diestra, y óyeme. 60:6 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. 60:7 Mío es Galaad, y mío es Manasés; Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador. 60:8 Moab, vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea. 60:9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom? 60:10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos? 60:11 Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres. 60:12 En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos.
Capítulo 61
Confianza en la protección de Dios
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.
61:1 Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende. 61:2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, 61:3 Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. 61:4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah 61:5 Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; Me has dado la heredad de los que temen tu nombre. 61:6 Días sobre días añadirás al rey; Sus años serán como generación y generación. 61:7 Estará para siempre delante de Dios; Prepara misericordia y verdad para que lo conserven. 61:8 Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día.
Capítulo 62
Dios, el único refugio
Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.
62:1 En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. 62:2 El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho. 62:3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre, Tratando todos vosotros de aplastarle Como pared desplomada y como cerca derribada? 62:4 Solamente consultan para arrojarle de su grandeza. Aman la mentira; Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah 62:5 Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. 62:6 El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. 62:7 En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. 62:8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah 62:9 Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón; Pesándolos a todos igualmente en la balanza, Serán menos que nada. 62:10 No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis; Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas. 62:11 Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder, 62:12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia; Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Capítulo 63
Dios, satisfacción del alma
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
63:1 Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, 63:2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. 63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. 63:4 Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. 63:5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca, 63:6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. 63:7 Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. 63:8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido. 63:9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra. 63:10 Los destruirán a filo de espada; Serán porción de los chacales. 63:11 Pero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que jura por él; Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
Capítulo 64
Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos
Al músico principal. Salmo de David.
64:1 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; Guarda mi vida del temor del enemigo. 64:2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen iniquidad, 64:3 Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra amarga, 64:4 Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no temen. 64:5 Obstinados en su inicuo designio, Tratan de esconder los lazos, Y dicen: ¿Quién los ha de ver? 64:6 Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo. 64:7 Mas Dios los herirá con saeta; De repente serán sus plagas. 64:8 Sus propias lenguas los harán caer; Se espantarán todos los que los vean. 64:9 Entonces temerán todos los hombres, Y anunciarán la obra de Dios, Y entenderán sus hechos. 64:10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él; Y se gloriarán todos los rectos de corazón.
Capítulo 65
La generosidad de Dios en la naturaleza
Al músico principal. Salmo. Cántico de David.
65:1 Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios, Y a ti se pagarán los votos. 65:2 Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne. 65:3 Las iniquidades prevalecen contra mí; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. 65:4 Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. 65:5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines del mar. 65:6 Tú, el que afirma los montes con su poder, Ceñido de valentía; 65:7 El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, Y el alboroto de las naciones. 65:8 Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. 65:9 Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. 65:10 Haces que se empapen sus surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, Bendices sus renuevos. 65:11 Tú coronas el año con tus bienes, Y tus nubes destilan grosura. 65:12 Destilan sobre los pastizales del desierto, Y los collados se ciñen de alegría. 65:13 Se visten de manadas los llanos, Y los valles se cubren de grano; Dan voces de júbilo, y aun cantan.
Capítulo 66
Alabanza por los hechos poderosos de Dios
Al músico principal. Cántico. Salmo.
66:1 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. 66:2 Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza. 66:3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. 66:4 Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre. Selah 66:5 Venid, y ved las obras de Dios, Temible en hechos sobre los hijos de los hombres. 66:6 Volvió el mar en seco; Por el río pasaron a pie; Allí en él nos alegramos. 66:7 El señorea con su poder para siempre; Sus ojos atalayan sobre las naciones; Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah 66:8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, Y haced oír la voz de su alabanza. 66:9 El es quien preservó la vida a nuestra alma, Y no permitió que nuestros pies resbalasen. 66:10 Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. 66:11 Nos metiste en la red; Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. 66:12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el agua, Y nos sacaste a abundancia. 66:13 Entraré en tu casa con holocaustos; Te pagaré mis votos, 66:14 Que pronunciaron mis labios Y habló mi boca, cuando estaba angustiado. 66:15 Holocaustos de animales engordados te ofreceré, Con sahumerio de carneros; Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos. Selah 66:16 Venid, oíd todos los que teméis a Dios, Y contaré lo que ha hecho a mi alma. 66:17 A él clamé con mi boca, Y fue exaltado con mi lengua. 66:18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 66:19 Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. 66:20 Bendito sea Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.
Capítulo 67
Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios
Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.
67:1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah 67:2 Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvación. 67:3 Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 67:4 Alégrense y gócense las naciones, Porque juzgarás los pueblos con equidad, Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah 67:5 Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 67:6 La tierra dará su fruto; Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. 67:7 Bendíganos Dios, Y témanlo todos los términos de la tierra.
Capítulo 68
El Dios del Sinaí y del santuario
Al músico principal. Salmo de David. Cántico.
68:1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, Y huyan de su presencia los que le aborrecen. 68:2 Como es lanzado el humo, los lanzarás; Como se derrite la cera delante del fuego, Así perecerán los impíos delante de Dios. 68:3 Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, Y saltarán de alegría. 68:4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él. 68:5 Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. 68:6 Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca. 68:7 Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, Cuando anduviste por el desierto, Selah 68:8 La tierra tembló; También destilaron los cielos ante la presencia de Dios; Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel. 68:9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios; A tu heredad exhausta tú la reanimaste. 68:10 Los que son de tu grey han morado en ella; Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre. 68:11 El Señor daba palabra; Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas. 68:12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos, Y las que se quedaban en casa repartían los despojos. 68:13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos, Seréis como alas de paloma cubiertas de plata, Y sus plumas con amarillez de oro. 68:14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí, Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón. 68:15 Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán. 68:16 ¿Por qué observáis, oh montes altos, Al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitará en él para siempre. 68:17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares; El Señor viene del Sinaí a su santuario. 68:18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones para los hombres, Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios. 68:19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación. Selah 68:20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte. 68:21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La testa cabelluda del que camina en sus pecados. 68:22 El Señor dijo: De Basán te haré volver; Te haré volver de las profundidades del mar; 68:23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, Y de ella la lengua de tus perros. 68:24 Vieron tus caminos, oh Dios; Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario. 68:25 Los cantores iban delante, los músicos detrás; En medio las doncellas con panderos. 68:26 Bendecid a Dios en las congregaciones; Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel. 68:27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos, Los príncipes de Judá en su congregación, Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. 68:28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros. 68:29 Por razón de tu templo en Jerusalén Los reyes te ofrecerán dones. 68:30 Reprime la reunión de gentes armadas, La multitud de toros con los becerros de los pueblos, Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra. 68:31 Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios. 68:32 Reinos de la tierra, cantad a Dios, Cantad al Señor; Selah 68:33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad; He aquí dará su voz, poderosa voz. 68:34 Atribuid poder a Dios; Sobre Israel es su magnificencia, Y su poder está en los cielos. 68:35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.
Capítulo 69
Un grito de angustia
Al músico principal; sobre Lirios. Salmo de David.
69:1 Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. 69:2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. 69:3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. 69:4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé? 69:5 Dios, tú conoces mi insensatez, Y mis pecados no te son ocultos. 69:6 No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos; No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel. 69:7 Porque por amor de ti he sufrido afrenta; Confusión ha cubierto mi rostro. 69:8 Extraño he sido para mis hermanos, Y desconocido para los hijos de mi madre. 69:9 Porque me consumió el celo de tu casa; Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí. 69:10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma, Y esto me ha sido por afrenta. 69:11 Puse además cilicio por mi vestido, Y vine a serles por proverbio. 69:12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, Y me zaherían en sus canciones los bebedores. 69:13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame. 69:14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas. 69:15 No me anegue la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca. 69:16 Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; Mírame conforme a la multitud de tus piedades. 69:17 No escondas de tu siervo tu rostro, Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. 69:18 Acércate a mi alma, redímela; Líbrame a causa de mis enemigos. 69:19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio; Delante de ti están todos mis adversarios. 69:20 El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé. 69:21 Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre. 69:22 Sea su convite delante de ellos por lazo, Y lo que es para bien, por tropiezo. 69:23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y haz temblar continuamente sus lomos. 69:24 Derrama sobre ellos tu ira, Y el furor de tu enojo los alcance. 69:25 Sea su palacio asolado; En sus tiendas no haya morador. 69:26 Porque persiguieron al que tú heriste, Y cuentan del dolor de los que tú llagaste. 69:27 Pon maldad sobre su maldad, Y no entren en tu justicia. 69:28 Sean raídos del libro de los vivientes, Y no sean escritos entre los justos. 69:29 Mas a mí, afligido y miserable, Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. 69:30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, Lo exaltaré con alabanza. 69:31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey, O becerro que tiene cuernos y pezuñas; 69:32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón, 69:33 Porque Jehová oye a los menesterosos, Y no menosprecia a sus prisioneros. 69:34 Alábenle los cielos y la tierra, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos. 69:35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; Y habitarán allí, y la poseerán. 69:36 La descendencia de sus siervos la heredará, Y los que aman su nombre habitarán en ella.
Capítulo 70
Súplica por la liberación
(Sal. 40.13-17)
Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.
70:1 Oh Dios, acude a librarme; Apresúrate, oh Dios, a socorrerme. 70:2 Sean avergonzados y confundidos Los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y avergonzados Los que mi mal desean. 70:3 Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha, Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah! 70:4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Engrandecido sea Dios. 70:5 Yo estoy afligido y menesteroso; Apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú; Oh Jehová, no te detengas.
Capítulo 71
Oración de un anciano
71:1 En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. 71:2 Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. 71:3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 71:4 Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento. 71:5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. 71:6 En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. 71:7 Como prodigio he sido a muchos, Y tú mi refugio fuerte. 71:8 Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día. 71:9 No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 71:10 Porque mis enemigos hablan de mí, Y los que acechan mi alma consultaron juntamente, 71:11 Diciendo: Dios lo ha desamparado; Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre. 71:12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. 71:13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. 71:14 Mas yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más. 71:15 Mi boca publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su número. 71:16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. 71:17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. 71:18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir, 71:19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso. Tú has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú? 71:20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. 71:21 Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme. 71:22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel. 71:23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual redimiste. 71:24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.
Capítulo 72
El reino de un rey justo
Para Salomón.
72:1 Oh Dios, da tus juicios al rey, Y tu justicia al hijo del rey. 72:2 El juzgará a tu pueblo con justicia, Y a tus afligidos con juicio. 72:3 Los montes llevarán paz al pueblo, Y los collados justicia. 72:4 Juzgará a los afligidos del pueblo, Salvará a los hijos del menesteroso, Y aplastará al opresor. 72:5 Te temerán mientras duren el sol Y la luna, de generación en generación. 72:6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra. 72:7 Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. 72:8 Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra. 72:9 Ante él se postrarán los moradores del desierto, Y sus enemigos lamerán el polvo. 72:10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. 72:11 Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán. 72:12 Porque él librará al menesteroso que clamare, Y al afligido que no tuviere quien le socorra. 72:13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, Y salvará la vida de los pobres. 72:14 De engaño y de violencia redimirá sus almas, Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. 72:15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, Y se orará por él continuamente; Todo el día se le bendecirá. 72:16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; Su fruto hará ruido como el Líbano, Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. 72:17 Será su nombre para siempre, Se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; Lo llamarán bienaventurado. 72:18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas. 72:19 Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. 72:20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.